La Embajada de Estados Unidos en Bolivia en un comunicado de prensa hizo conocer su molestia por las declaraciones del ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, quien hizo mención de un supuesto plan de magnicidio que habría sido alentado por Washington contra Evo Morales.
En ese marco, calificó de falsas y absurdas dichas aseveraciones y planteó que las “acusaciones infundadas no contribuyen a mejorar las relaciones bilaterales”.
“El Gobierno de los Estados Unidos no estuvo involucrado en ninguna conspiración, intento de derrocar al gobierno de Bolivia o de asesinar al presidente Morales. Este tipo de acusaciones infundadas no contribuyen a mejorar las relaciones bilaterales”, dice el comunicado de la Embajada de Washington en La Paz, enviado esta tarde a las redacciones de los medios.
GOBIERNO
Pese a que en reiteradas oportunidades el gobierno del presidente, Evo Morales, rechazó los informes de WikiLeaks por el anonimato y los documentos filtrados que pone en uso la organización mediática, ayer, el Gobierno anunció una “investigación rigurosa” y no descartó convocar al encargado de negocios de Estados Unidos, Peter Brennan, para que explique sobre un presunto plan de desestabilización contra la administración de Morales, informó el ministro de Gobierno, Carlos Romero, a tiempo de calificar como “muy claros” los dichos de WikiLeaks.
El tema fue analizado en el gabinete político, señaló la autoridad, después que el viernes pasado se conoció a través de Russia Today (RT) un informe elaborado en base a cables del Departamento de Estado que fueron revelados por WikiLeaks, donde indica que Estados Unidos (EEUU) tenía un plan de emergencia inmediata en caso de que en Bolivia se produjera un golpe de Estado o la muerte del presidente Evo Morales.
“Hay que hacer una investigación rigurosa, porque está claro que había una conexión, coordinación y financiamiento, probablemente, está claro que el plan separatista no solo fue auspiciado y ejecutado por quienes disfrazados bajo la bandera de la autonomía, pretendieron dividir al país y respondieron a estrategias seguramente diseñadas por el imperio en el norte; esta publicación de WikiLeaks es muy clara y hay que profundizar los nexos, el financiamiento, coordinación, la estrategia, eso es muy importante”, enfatizó Romero.
A tiempo de identificar una “estrategia golpista”, el Ministro de Gobierno no descartó la posibilidad de llevar el caso “a los niveles de justicia de la comunidad internacional”.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, dijo que la información revelada en Wikileaks, sobre el plan de Estados Unidos de “asesinar” al presidente Evo Morales, en 2008, no hace más que brindar detalles de algo que ya se conocía.
“Esos datos no hacen nada más que reafirmar con detalles algo que nosotros sabíamos y que teníamos certeza de que era así. Porque quienes hemos vivido el intento de separación y fracción de nuestro país, quienes hemos vivido y hemos visto fotografías de reunión del embajador de EEUU de ese entonces con la oposición boliviana, sabemos que esos temas existieron”, dijo.
“TRAMA TERRORISTA”
En diciembre de 2010, el diario El País de España, utilizando información difundida por Wikileaks, publicó que Estados Unidos sospechaba que el Gobierno boliviano simuló una trama terrorista para matar al presidente Evo Morales y culpar a la oposición. Los hechos se remontan a la madrugada del 16 de abril de 2009 cuando un comando de la Policía Boliviana irrumpió en el hotel Las Américas de Santa Cruz.
En aquel entonces, el ministro de Gobierno, Sacha Llorentty, calificó, de “chismografía” la publicación efectuada por el periódico español referente a los informes de la Embajada de Estados Unidos que puso en duda la articulación del grupo terrorista liderado por Eduardo Rózsa.
“Conocemos la chismografía de algunos esquemas que pretenden tender un manto de duda sobre un hecho que ha sido muy importante en términos de la defensa de la soberanía e integridad nacional. Bolivia ha derrotado a una célula no sólo terrorista sino separatista”, manifestaba.
Conforme a la información de El País, “los mercenarios –según el testigo– fueron contratados en realidad por los servicios de inteligencia bolivianos para montar una falsa trama terrorista y justificar la persecución desatada después contra los dirigentes de Santa Cruz, bastión opositor al Gobierno”.
EXPRESIDENTE
A su turno, el expresidente Jorge Quiroga calificó los informes de WikiLeaks como “chismes de coctel” que no deben ser tomados como información oficial.
“Uno lee de todo en esos WikiLeaks que son la desclasificación de opiniones de funcionarios del Departamento de Estado (de EEUU) en diferentes países, son opiniones, chismología, lo que escuchan en los cocteles diplomáticos, donde hablan estas sonseras y luego mandan cables, son chismes de coctel, no son información oficial, son cables de cosas y criterios”, manifestó.
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